martes, 3 de enero de 2012

Sorry....

Hola chicas, muchas gracias a todas por haber estado aquí hasta el final. Voy a dejar de escribir esta historia, lo siento mucho, pero es que me he quedado sin ideas. Si alguna quiere cogerla y seguirla, adelante, es suya, no me importa siempre que me habiseis por twitter (@tears_wontfall). Bueno, esto es todo :( Adiós, os quiero!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capítulo quinto: "What Makes You Beautiful"







Capítulo quinto: “What Makes You Beautiful”



Narra Amy:

-¿Qué te ha pasado?- le pregunte a mi hermana pequeña cuando entró en el dormitorio.
-Me ha besado.- afirmó tirando las muletas al suelo a la vez que se dejaba caer sobre mi cama.
-¿Quién te ha besado?- pregunté curiosa.
-Harry… Harry me ha besado.- dijo sonriente. Las dos gritamos de alegría.
-¿Se puede saber por qué intentáis volver sordo a todo el vecindario?- preguntó Niall con cara de pocos amigos desde la puerta.
-Nada…- contestamos mi hermana y yo a la vez.
-No soy tonto, eso no es un nada normal.- dijo mi hermano. Vic ahogó un suspiro e intentó borrar aquella pícara sonrisa de su cara.- Tampoco lo son esa sonrisa y ese suspiro.- añadió acercándose a nosotras.
-Niall, no pasa nada.- aclaré esperando que se fuera.
-Quiero saberlo.- espetó Niall secamente.- Victoria, o me lo cuentas por las buenas o me lo cuentas por las malas.
-Me va a matar, ¿verdad?- me preguntó Victoria nerviosa, yo asentí con la cabeza.
-Venga, ¿qué ha pasado?- insistió Niall impaciente.
-Harry… yo… está tarde… su hermana… nos ha obligado… a besarnos…- contestó Victoria entrecortadamente. Mi hermana pequeña estaba increíblemente roja y Niall la miraba atónito.
-Victoria, no…- murmuró Niall.

A mi hermano nunca le había agradado la idea de que Vic y yo fuéramos amigas de sus amigos, sin embargo, lo éramos.
Si tuviera la certeza de que no me iba a regañar, le contaría que estoy sintiendo algo por Louis desde hace tiempo. Simplemente, no me atrevía a hablar con Niall de amor, él era una persona demasiado sobre protectora, demasiado celosa.

-Olvídalo, sólo ha sido un beso.- mintió Victoria.
Aunque yo pensaba que era imposible que para ella solo hubiera sido un beso.
-De acuerdo, de acuerdo… Buenas noches.- dijo Niall.

Me tumbé en la cama y esperé a que mi hermano hiciera lo que ya era habitual, arroparme y besarme la frente.

-Avísame si pasa algo.- me susurró al oído.- Te quiero.
-Buenas noches, Niall.- dije cerrando los ojos.
/***/
Me incorporé despacio y observé el reloj abrochado a mi muñeca, las tres de la madrugada y todavía oía a Niall tocando la guitarra en el estudio. En el fondo, aquello me relajaba, Niall tenía una voz preciosa- según Claire, sexy-. Sonreí al pensar en Claire, estaba casi segura de que ella y Niall tenían algo, se podía decir que saltaban chispas cada vez que estaban juntos. Niall y Claire serían la pareja perfecta, al igual que Emily y Liam. Suspiré. Deseaba ser como una de ellas. Deseaba tener a alguien que me protegiera, que me besara, que me dijera guapa aunque no fuera cierto, alguien que me quisiera… Volví a suspirar. Mi último novio –Alex-, la persona más insensible que había conocido y conocería en mi vida. Él, nunca me quiso, nunca nadie me había herido tanto. Seguía recordando la noche que me obligó a pasar junto a él, intenté resistirme, no sirvió de nada, además, su amigo Jack le ayudó.

-Baby you light up my world like nobody else; The way that you flip your hair gets me overwhelmed; But when you smile at the ground it ain’t hard to tell…- oi cantar a Niall.

Lenta y cuidadosamente, salí de la habitación para encontrarme con mi hermano.

-¿No puedes dormir?- le pregunté.
-Nop. ¿Tú tampoco?
-Es que, no sé…
-¿Crees que Harry y Victoria se gustan?- me preguntó Niall de repente guardando la guitarra en su funda.
-Ni idea. Ya la conoces, siempre se enamora de sus amigos.- respondí.
-Harry es muy mayor para ella. No puede ser. Es mi niña, mi pequeña. Las dos lo sois. No quiero que Vic tenga novio, ni pensarlo. Es tan dulce, tan infantil… 
-Tranquilo, Niall. Tal vez solo haya sido un beso, nada serio. Habla con Harry. Si los dos se quieren, tendrás que dejarles estar juntos. Si no…, recemos para que sigan siendo amigos.
-De acuerdo, hablaré con Harry. Algo más… ¿es posible que a ti también te guste alguno de mis amigos?- preguntó Niall, en ese mismo instante, mis mejillas se tiñeron de rojo, agité la cabeza y me oculté tras mi pelo.
-Te quedarás con la duda.- concluí girándome, acto seguido, me fui a dormir.


/***/

Narra Dennis:

-Buenos días, Vicky.- la saludé sentándome sobre su mesa.
-Hola, Dennis.- contestó.
-Bonita sonrisa.- comenté como si nada.
-Gracias. La verdad es que últimamente he estado bastante mal...
-¿Quieres contarme?- pregunté acercando mi cara a la suya.- Puedes confiar en mí.
-No me gusta hablar de ello, tampoco quiero dar pena.- concluyó Victoria secamente antes de que la profesora Allis entrara a la clase dando un portazo.
-¿No está de buen humor, sita?- preguntó burlón uno de mis compañeros.
-Señor Duncan, espero que disfrute haciendo un proyecto junto a sus compañeros. Bien, clase, gracias a su compañero, el señor Duncan, tendrán que hacer una redacción de veinte folios sobre la historia de la música. Por parejas.- dijo la profesora haciendo muecas de disgusto con la boca.
Toda la clase, excepto Vicky, tiró objetos a Jason.
-¡ORDEN!- chilló la profesora aporreando su escritorio con un libro de texto, de nuevo, todos nosotros guardamos silencio.- Tienen diez segundos para organizarse por parejas.

Observé como Vicky buscaba un compañero o compañera con la mirada. Sin vacilar un solo instante, agarré su brazo e hice un gesto con los hombros. Ella asintió con una sonrisa.

/***/
Narra Michelle:

-Laura, vamos a llevar el coche de mi madre a arreglar, no a una alfombra roja.- le chillé a mi amiga desde la calle.
-¡Ya voy! Ansias…- me contestó gritando asomada a la ventana.-Ves, no ha sido para tanto.- añadió sacándome la lengua, se había rizado el cabello rubio.

Subimos al vehículo y conduje hacia un taller cercano a la casa de Laura. Llegamos y aparqué en la entrada; no era un local muy grande  ni tampoco ofrecía un buen servicio, pero por el momento, era todo lo que podía permitirme pagar.

-¿Hola?- preguntó Laura llamando a la puerta.
-¿Sí?- contestó abriendo un chico rubio de ojos grises.
-Veníamos a arreglar el coche.- aclaré señalando la chatarra que mi madre me había regalado.
-¿Qué haces, Dennis?- preguntó una voz desde el interior.- Está cerrado…- murmuro un muchacho alto de pelo oscuro y largo.- OH, pasad al despacho, allí podremos hablar.- añadió al vernos.

Miré a Laura con expresión preocupada, no tenía ganas ningunas de estar en un despacho encerrada con un par de adolescentes. Como era de esperar, Laura tiró de mi brazo y me arrastró hacia el interior.

-Adelante, sentaos.- insistió el muchacho.
-Verá...- comencé a decir antes de que el joven me interrumpiera con un “tutéame, por favor, tendremos más o menos la misma edad”.- Mi coche es muy antiguo y a veces le fallan los frenos. ¿Podríais echarles un vistazo? Ah… también habría que cambiarle las ruedas, están muy desgastadas.
-No te preocupes, en unos días lo tendrás como nuevo.- me consoló.

Supongo que mi nerviosismo era palpable, incluso Laura lo había notado.

-Y… no ando muy bien económicamente… ¿A cuánto ascendería el arreglo?
-OH, el dinero no es ningún problema, puedes devolvérnoslo por plazos.
-Muchísimas gracias, ¡de verdad!- dije feliz.
-No es nada. Pásate pasado mañana a recoger el coche.
-De acuerdo, así lo haré.- admití antes de salir del taller.

-¿Has visto cómo te miraba?- me preguntó Laura anonadada cuando los dos jóvenes dejaron de poder oírnos.
-Tonta, no me miraba a mí.- negué.- Es IM-PO-SI-BLE que un chico me mire.
-Dí lo que quieras, pienso que acabas de ligar con un chico guapísimo.- concluyó Laura.
/***/

Narra Carrie:

-Zayn, estoy cansada de fingir cosas que no siento…- murmuré entristecida.
-Vamos, Carrie, solo un poco más… Quiero hacer las cosas bien contigo, quiero ir despacio, quiero disfrutarlo.- me contestó abrazándose a mi cintura.
-¿Estás seguro de que quieres mantenerlo en secreto? No sé, son nuestros amigos, no deberíamos ocultárselo.- dije angustiada.
-Será únicamente por un tiempo. Además, Liam y Emily.- comenzó a explicar Zayn, me giré y me separé de él bruscamente.
-Por una vez me dan igual los demás, no me importan Liam y Emily, me importan mi vida, mis problemas… Te quiero, Zayn, y quiero estar contigo, me da igual lo que piensen los demás, no me harán cambiar de idea.- me explayé.
-De acuerdo, tu y yo, nadie más.
-Exacto.- afirmé acercando mi cara a su boca.

Estaba decidida a besarle, sin embargo, fui interrumpida por un carraspeo a mis espaldas.

-¡Hey, Zayn!- saludó mi hermana, Claire.
-Ho-hola, Claire…- tartamudeo Zayn ruborizado.
-¿Nos dejas a solas, Zayn? Me gustaría hablar con mi hermana.- pidió  Claire señalando la puerta con el dedo.
-Yo… yo ya me iba…- dijo Zayn huyendo de Claire.

Genial… Ya lo sabe…”- me lamente en voz baja una vez que nos quedamos solas.

-¿Zayn? ¿Zayn y tú? ¿Te has dado un golpe en la cabeza?
-Déjame en paz, Claire. Es mi vida, yo decido quien forma parte de ella.- contesté de mal humor.
-A papá y a mamá no les va a gustar…- murmuro mi hermana.
-No tienen por qué enterarse.- dije sosteniéndole la mirada.
-Carrie, hay una gran diferencia de edad, no queréis las mismas cosas.
-No quiero ser como tú. Nadie te ha querido nunca, y tú nunca vas a querer a nadie.
-Eso no lo sabes.- negó Claire intentando mantenerse seria, aunque mis palabras le dolieran.


Narra Claire:

-Eso no lo sabes.- negué dolida.

Le dirigí una última mirada de decepción a mi hermana pequeña y salí de su habitación.

-¿Te pasa algo, Claire?- preguntó mi madre cuando me senté en el suelo de la cocina y hundí la cabeza entre los brazos.
-No, da igual.- respondí sonriendo falsamente.
-Sé que pasa algo, Claire Marie Adkins, a tu madre no la podrás engañar ni en un millón de años. ¿Has discutido con Zayn?
-¿Eh? ¿Qué pinta Zayn aquí?- pregunté desconcertada.
-¿No es tu novio?
-Mío no…- murmuré en voz alta sin darme cuenta.
-¿Cómo? ¿Quieres decir que Zayn es el novio de tu hermana?- preguntó mi madre aún más desconcertada.

Negué con la cabeza, pero había un problema, no sabía mentir. Mi madre me dio la espalda y siguió preparando la comida.


/***/

Narra Louis:

-¡Ya la tengo!- grité nada más terminé de componer una canción.
-¿Quién tiene algo?- preguntó Zayn entrando al garaje de la casa de mis padres.
-Louis.- aclaró Harry.

Harry, Zayn, Liam y Niall formaron un corro entorno a mí. Tras leer la canción un par de veces nos observamos sonrientes.
Liam corrió a ocupar el micrófono central mientras que Niall y Harry cogían sus guitarras. Después, los cinco nos colocamos en nuestras respectivas posiciones.



-“ You’re insecure, don’t know what for; You’re turning heads, when you walk through the do-o-or; Don’t need make up, to cover up, being the way that you are is en-o-ough”- cantó Liam mientras que Niall y Harry le acompañaban con las guitarras.
-“ Everyone else in the room can see it. Everyone else but you...”.-cantó Harry.
-“ Baby you light up my world like nobody else; the way that you flip your hair gets me overwhelmed, but when you smile at the ground it ain’t hard to tell: You don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful. If only you saw what I can see, you’ll understand why I want you so desperately; Right now I’m looking at you and I can’t believe, you don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful; Oh oh, that’s what makes you beautiful”.- cantamos todos como estribillo. 
-“ So c-come on, you got it wrong, to prove I’m right I put it in a so-o-ong; I don’t know why, you’re being shy, and turn away when I look into your ey-e-es”.- cantó Zayn. 
-“ Everyone else in the room can see it. Everyone else but you...”.- cantó Harry de nuevo, aunque esta vez lo hizo junto a Niall.
-“ Baby you light up my world like nobody else; the way that you flip your hair gets me overwhelmed, but when you smile at the ground it ain’t hard to tell: You don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful. If only you saw what I can see, you’ll understand why I want you so desperately; Right now I’m looking at you and I can’t believe, you don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful; Oh oh, that’s what makes you beautiful”.- cantamos otra vez los cinco.- “Na na na na na na naaaa na na; Na na na na na na; Na na na na na na naaaa na na; Na na na na na na”
-"Baby you light up my world like nobody else; the way that you flip your hair gets me overwhelmed, but when you smile at the ground it ain’t hard to tell: You don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful. If only you saw what I can see, you’ll understand why I want you so desperately; Right now I’m looking at you and I can’t believe,...- cantó Harry durante su solo. 
-“Y you don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful; Oh oh oh, you don’t know you’re beautiful, Oh oh oh”.- cantamos todos antes de el siguiente solo de Harry. 
-“ That’s what makes you beautiful”
 

martes, 27 de diciembre de 2011

Capítulo cuarto: "¡besaos!"

Capítulo cuarto: "¡besaos!"
 

Narra Dennis:
-Disculpe, señorita Allis.- dije cuando entré a la sala en la que se impartían las clases de repaso.
 Primer día y ya llegaba tarde.
-Siéntese ahí.- contestó la profesora Allis, tan fría como siempre.
 Observé el lugar que señalaba. Dejé que mi mochila cayera al suelo y me senté.
-Hola, Colin.- saludé a uno de los chicos que se sentaba a mi lado.
En la clase, había dos mesas para seis personas cada una, una pizarra y un escritorio para el maestro.
-Hola tío.- contestó Colin.
-Ahora pasaré lista.- anunció la profesora.- ¿Jacob Andrews?- preguntó la profesora.- ¿Dennis Blyton?- asentí con la cabeza. Tras eso cerré los ojos y me relajé, hasta que la mencionó…-¿Victoria Horan?
-Presente.- contestó ella.
Las palmas de mis manos comenzaron a sudar, aquella chica se sentaba justo en frente de mí. No podía evitarlo, no conseguía dejar de observarla. Tenía la piel blanca- apuesto a que también era suave-, los ojos azules y varias pecas decoraban su nariz, los labios carnosos y rosados, el cabello, no era largo, tampoco demasiado corto, castaño. Bajé la vista hacia su cuello, del cual colgaba un hermoso colgante*. Intenté reprimir el impulso de deslizar mis miradas hacia su pecho, aunque mis esfuerzos fueron en vano, ya que la detallé descaradamente. Me puse más nervioso todavía, ella no llevaba nada que pudiera provocarme, pero lo había hecho.
-Señorita Allis, ¿puedo ir al servicio?- pregunté.
-Sí, date prisa.- contestó la profesora.
Me levanté de mi asiento colocando mi mano estratégicamente para que nadie notara mi pequeño problema. ¿Prisa?- me pregunté a mi mismo.- Puede que tarde años en bajar esto…
Diez minutos después mi cuerpo se encontraba calmado y en su estado habitual. Sin pensarlo, marqué el número de Alex en mi móvil.

-Alex… Está aquí. La hermana de Amy Horan, también viene a las clases de repaso.
-Hazte su amigo.- contestó.
-¿Qué? Si te digo la verdad, lo último que quiero es ser su amigo.
-Lo sé, tiene el cuerpo de su hermana. Está buena, ¿verdad? Escucha, hazte su amigo, caerá rápido. En unos días, esa niñita habrá acabado en tu cama.
-Alex, no debe tener más de quince años…
-¿Te la quieres tirar o no?- no contesté a la pregunta. Sabía que en el fondo, no quería nada de lo que Alex y Jack pretendían. Ellos no dudarían, harían lo que fuera por acostarse con una chica, yo no, no era como ellos.- Adiós, hay cosas que hacer en el taller. Recuerda, haz lo que te digo.


/***/

Narra Niall:


-¿Qué haces, hermanito?- preguntó Amy sentándose sobre la mesa de la cocina.
-Da igual, no lo entenderías.- contesté sin prestarle atención.
Seguí trazando círculos rojos en la sección de trabajos del periódico matutino.
-Niall, yo no soy Victoria. ¿Pasa algo?- preguntó de nuevo Amy, insistente.
-Si, Amy, tenemos un problema. Tengo que ayudar a mamá. No llegamos a fin de mes.- dije yo, angustiado.
-No pensé que las cosas podrían ir tan mal… ¿Puedo hacer algo?
-Aún eres pequeña. ¿Me imaginas de dependiente en StarBucks?- pregunté.
-¿Qué más da? Es un trabajo. Está tarde pasaré por una tienda del centro, también necesitan una dependienta.
-No. Yo trabajaré, tú te quedas aquí.- espeté serio.
-Niall, sabes que con un sueldo de camarero y otro de limpiadora no alcanzará. Ni siquiera aunque mamá tuviera dos trabajos.
-Mamá ya tiene dos trabajos…- murmuré, lo cual fue un error.
-No se hable más. Subiré arriba a preparar un currículo y está tarde iremos a las entrevistas.- concretó mi hermana. Ahora me sería imposible hacerla cambiar de opinión.

/***/

Narra Victoria:

-Eh, se te ha caído una libreta.- dijo una voz masculina detrás de mí. Lentamente, me di la vuelta. Encontré a un chico poco mayor que yo, bastante guapo. Otra vez me inundó aquella sensación tan extraña- una mezcla entre impotencia y angustia-, serían imaginaciones mías, pensé agitando la cabeza para alejar aquellos pensamientos de mi mente. El chico me tendió la libreta, la cual yo cogí agradecida.
-Gracias,…- me detuve esperando a que el chico completara mi frase con su nombre. Yo sabía perfectamente como se llamaba, Dennis Blyton. Se sentaba enfrente de mí en las clases de repaso, era algo incómodo, ya que hoy, más de una vez, había notado su gélida mirada sobre mí.
-Dennis, me llamo Dennis.- contestó él.
-Yo soy Victoria, aunque todo el mundo me llama Vic.
-¿Vic? Perdón, pero prefiero llamarte Vicky. ¿Qué haces en las clases de verano? Pareces buena estudiante.
-Lo soy. Perdí algo cerca de cuatro meses del curso pasado.- dije. Dennis me miró esperando a que continuara mi relato. No lo haría, no quería hablar de ello…
-OH, eres la chica a la que atropellaron. Se habló mucho de ti.- aclaró Dennis, yo resoplé.- A mi no se me da bien eso de estudiar, es aburrido.
-E interesante. A nadie le gusta estudiar.
-Estoy de acuerdo. ¿Nos veremos mañana?
-Sí. Adiós, Dennis.
-Hasta mañana, Vicky.

/***/

-¿Lista?-me preguntó Harry cuando arrancó el motor de su coche.
-Si.- contesté.
-¿Estás bien? No pareces feliz, Vic.
-Estoy triste, nada más. Me está costando mucho asimilar que mi padre no me quiere.- comenté.
Varias lágrimas cayeron de mis ojos.
-Sabes que me tienes aquí para lo que necesites. Puedes contar conmigo.- dijo Harry.
-Te lo agradezco.
-Para eso están los amigos.- contestó Harry.

No hablamos más durante el corto trayecto, simplemente, nos dedicamos a leer con atención y rapidez los enunciados de los comercios. Harry era otro chico con habilidades especiales sobre mí, siempre lograba sacarme una sonrisa.
-Ya estamos aquí, Gemma.- anunció Harry nada más entramos a la amplia sala de estar.
-¡Victoria!- gritó la hermana pequeña de Harry abrazándose a mis piernas. Habría caído al suelo junto a ella, de no ser porque Harry agarró con suavidad mi cintura en el último momento.
-Gemma, tienes que ser más cuidadosa. Victoria tiene una pierna mal y no queremos que empeore, ¿cierto?- la riño Harry, la niña se encogió de hombros y corrió a esconderse tras el sofá.- ¿Estás bien?- preguntó dirigiéndose a mi.
-Si, no te preocupes.- afirmé.
Caminamos juntos hacia el sofá, no utilicé las muletas, ya que Harry- agarrado aún a mi cintura- me guiaba. Me senté con cuidado sobre el sillón mientras que Harry se agachaba para quedar a la altura de su hermana de cinco años.
-No te enfades.- le oí pedirle a la pequeña. Gemma ladeó la cabeza para otro lado. Harry le beso la mejilla.- Mira, si no te enfadas, jugaremos a lo que quieras, ¿vale?
-¡Vale! ¡Quiero jugar a papás y a mamás pero con reyes y princesas!- dijo entusiasmada. Harry puso los ojos en blanco sin entender, yo no pude contener la risa.
-¿Sabes jugar a eso?- me preguntó Harry al oído.
-¡Pues claro que sí! ¡Tonto!- contesté.- Gemma, ¿nos explicas las normas?- pregunté a la niña.
-Tú eres Victoria, mi mamá que es una reina, y él es Harold, el rey que será mi papá. Yo seré Melody, la princesa sirena.- explicó Gemma. Harry hizo una mueca de decepción a la vez que yo reía.
-Me gusta este juego.- reconocí burlona levantándome con algo de torpeza.- ¿Empezamos?- pregunté. Gemma asintió con la cabeza poniéndose en pie, Harry la imitó a regañadientes.- OH, Harold, cada vez falta menos para la coronación de nuestra princesa.- dije haciendo que Harry frunciera el ceño.
-¿Sabes? Creo que me gustaría tener otro bebé.- contestó Harry intentando molestarme.
Seguimos con aquel diálogo unos minutos, hasta que Gemma provocó que Harry y yo nos paralizáramos.
-No creo que Victoria quiera que la bese, me huele el aliento.- intentó razonar Harry, mintiendo.
-¡No! Tenéis que besaros.- espetó la niña perdiendo los nervios. Harry volvió a abrazarse a mi cintura, salvo que está vez me acercó a él. Yo enlacé mis manos a su cuello, pegándome más a él, tanto, que el cuerpo del uno rozaba el del otro. Harry me miró durante un eterno segundo pidiéndome disculpas, después, le dio un pequeño y sonoro beso a mi nariz.
-¡NO! Tenéis que daros un beso con lengua, de esos de las películas.
-Pero…- nos quejamos los dos.
-¡Besaos!- chilló la niña.
Harry se agachó ligeramente y yo me puse de puntillas. Acercó aún más su cara a la mía. Al principió, el beso fue tan solo el roce de nuestros labios, supongo que a los dos nos gustó, ya que Harry se separó una milésima de segundo para humedecerse los labios y besarme de nuevo.
Esta vez, abrí lentamente la boca para dejar paso a su lengua, la cual la recorrió sin ningún miedo. Finalmente, con la respiración agitada, nos separamos.
-Iré a decir a Gillian que prepare la merienda.- dijo Harry saliendo de la estancia con prisa.
Me dejé caer sobre el sillón y me toqué los labios. Sonreí sin razón alguna.
-OH, Victoria, querida. ¡Cuánto tiempo sin verla!- exclamó Gillian, la mujer de mediana edad que vivía en la casa del padrastro de Harry.
Sí, los padres de Harry estaban divorciados, y en realidad, él era hijo único, Gemma era su hermanastra, sin embargo, podía asegurar que la quería como a una hermana. Gillian era el ama de llaves de aquella gigantesca vivienda, debía de tener unos cincuenta años. Era una mujer agradable simpática, por eso, todos los amigos y amigas de Harry la queríamos como a una segunda madre.
-Que vacía ha estado esta casa sin usted.- comentó la mujer abrazándome.
Odiaba que me tratara de usted, primero, yo era una niña de apenas catorce años y, segundo, me conocía de sobra. En verdad, me consideraba más amiga de Harry que cualquiera de mis hermanos.
-Yo también la he echado de menos, Gillian.

/***/

Narra Harry:
No... Me prometí a mi mismo que no me volvería a enamorar... No puede ser, no puedo querer así a Victoria. Somos amigos, nada más. Pero ese beso... Nunca había disfrutado tanto besando a una chica. Entré a la despensa y busqué el tarro de Nocilla con la mirada, pretendía hacer bocadillos para los tres.



/***/


-Vamos, Gemma. A dormir.- dije ya pasadas las ocho cogiendo a mi hermana en brazos.
-¡NO! ¡Yo quiero quedarme un rato más con Victoria!- espetó la niña lanzando bruscas patadas al aire.
-Es tarde. Tienes que ir ya a dormir.- contesté secamente.
-Espera.- me interrumpió Victoria acariciando el pelo de Gemma.- Si quieres, mañana puedo venir a traerte mis muñecas. Yo soy mayor y ya no juego con ellas, pero… Tienes que obedecer a tu hermano. ¿Trato hecho?- la oí decir.
-¡Si!- contestó Gemma entusiasmada, se separó de mí y me tiró del brazo.- Ven.

Unos quince minutos después, mi hermanastra dormía- o fingía hacerlo- en su dormitorio. Le besé la frente y salí de allí sigilosamente. Caminé despacio hacia la sala de estar, donde Victoria me esperaba.

-¿Ya se ha dormido?- preguntó haciéndome un hueco en el sofá.
-Si, ¿sabes? Eres un sol.- la halagué.- Pero, me la estás malcriando.
-¡Que va!- contestó ella.
-Creo que te quiere más a ti que a mí…- murmuré haciendo un puchero.
-Nop. Para ella solo soy la amiga de su hermano, tú eres su modelo a seguir.
-¿Lo soy?-pregunté, Vic asintió con la cabeza.- Y, ¿Niall lo es para ti?
-Unas veces sí y otras no.
-¿Cómo van las cosas?- pregunté preocupado.
Me había dado cuenta de que las sonrisas de Victoria no eran reales, ella estaba destrozada por dentro.
-Podrían ir mucho mejor… La verdad es que no me cuentan mucho, según ellos, aún soy pequeña para entenderlo…
-Victoria, te lo vuelvo a repetir, estaré aquí para lo que sea. Puedes contar conmigo y, si necesitas desahogarte, escucharé todo lo que tengas que decir.
-¿Y si solo necesito un abrazo?- preguntó ella casi llorando.
-Ven.- dije abrazándola.- ¿Quieres que hablemos sobre algo?
-Ya te he dado la lata de sobra por hoy.- contestó alejándose unos centímetros.
-Estás más guapa riendo.- contesté extendiendo los brazos para hacerle cosquillas.
Las cosquillas, el punto débil de Victoria. Desde que éramos pequeños, siempre que ella lloraba delante de mi, yo acababa haciéndole cosquillas. Me partía el corazón verla tan triste.
-¿Qué hacéis?- preguntó Gemma frotándose los ojos con una mano.
-Nada. ¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?- pregunté cogiéndola de nuevo en brazos.
-¿Puedo quedarme con vosotros?- preguntó mi hermanastra olvidando mis preguntas.
Como respuesta, la senté en medio de Victoria y yo. Gemma dejó caer la cabeza sobre el brazo de Vic, la última respondió acariciándole el cabello.
-Dilo, sé que te mueres de ganas por decir OH...-comenté observando a Victoria.
-Calla, la vas a despertar.- contestó ella.- Ooohhh...
-Será mejor que te lleve a casa.- dije.
-Niall vendrá por mí. No te preocupes.- anunció.
Bostecé y luego estiré un brazo para acercar a Victoria y a Gemma hacia mí.
-¿Cansado?- preguntó Vic acariciando mi cabello rizado, siguiéndome el juego.
-Esa niña me puede.- admití señalando a Gemma, Victoria rió.
Cerré despacio los ojos, tal vez me quedé dormido, lo último que recuerdo fue la calidez de los labios de Victoria posándose sobre mi mejilla en un pequeño beso…