Narra Louis:
Nada más llegar a mi casa me encerré en mi habitación, no tenía ganas de hablar, no tenía ganas de dar explicaciones. Me senté en la silla de escritorio y encendí mi ordenador, seguida mente, en la pantalla apareció una fotografía de fondo. No era una imagen normal, era especial, era de Amy, mi amor prohibido. Di un respingo, ella era tan hermosa.
-¿Por qué?- me pregunté en voz alta llevándome las manos a las sienes.
Me sentía impotente, estúpido, vulnerable… Me había enamorado de la persona equivocada, o al menos eso era lo que decía Niall. Lo habíamos discutido muchas veces, y la respuesta siempre era un rotundo no, aparte Niall me decía que saliera con otras chicas, que Amy era demasiado pequeña para mí… De un solo golpe tiré varios de los libros que había sobre mi escritorio. Entre ellos el folleto de la universidad a la que podría haber ido. Al igual que en la casa de Niall, aquel tema fue un verdadero drama, sin embargo, ninguno se arrepentía. Harry, Liam, Zayn, Niall y yo, preferíamos seguir tocando en garajes que abandonar a nuestras familias. Esa universidad nos ofrecía estudiar música y darnos a conocer, no aceptamos, ni aceptaríamos. “Status Single”, así nos llamábamos aunque a Carrie, a Vic, a Harry y a mí nos gustaba más “One Direction”.
-¿Estás bien, Lou?- me preguntó mi hermana pequeña entrando a mi dormitorio.
-Si, no te preocupes, Lottie.- contesté besando su mejilla.
-¿Seguro?- volvió a preguntar ella, al parecer yo estaba sonando poco creíble.
-Si, necesito estar solo.- me expliqué. Lottie hizo una mueca de disgusto para acto seguido salir de mi cuarto.
Entré a twitter, sin ninguna novedad desde hace días. De pronto, una idea llegó a mi mente, rápidamente busqué mi teléfono con la mirada para llamar a Harry.
-Harry, necesito que me hagas un favor.- dije cuanto este descolgó.
-¿Qué necesitas?- preguntó él, dispuesto a ayudar, como siempre.
-¿Podríamos salir mañana con tu novia y Amy?- pregunté cruzando los dedos.
-Espera, ¿quieres una cita en grupo? Tío… Olvídate de Niall de una vez, pídele salir. Si yo estuviera en tu situación, lo habría hecho hace años.
-Harry… Por favor…- supliqué.
-Está bien… Avisaré a Felicity…
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Narra Victoria:
-No me puedo creer que no sepas hacer un huevo frito.- dije incrédula mirando como a Niall le costaba manejarse en la cocina.
-¿Prefieres hacerlo tú?- me contestó Niall aparentando estar enfadado.
-Anda, trae.- dijo Amy empujando a Niall.- Tienes que añadir más aceite.
-No soy buen cocinero, ¿qué esperabais?- preguntó Niall encogiéndose de hombros.
-¡Un hermano que no se tiñera el pelo!- contesté provocando que Niall me fulminara con la mirada.
-Yo no me tiño el pelo, soy rubio natural.- dijo Niall frunciendo el ceño.
-Si, claro. ¡Más quisieras!- dijo Amy revolviéndole el cabello, algo que hizo que Niall se hundiera en su asiento.
-¿Ya no estás enfadada?- le preguntó mi hermano a Amy.
-Si pero no.- contestó ella.
-Y, ¿eso que quiere decir?- preguntamos él y yo.
-Pues que sigo enfadada aunque no la voy a pagar con vosotros dos.- contestó sirviéndome la comida, Niall emitió una especie de amm a la vez que engullía un puñado de patatas fritas.- ¡No seas guarro!
-Calla y disfruta.- dijo él lamiéndose los labios.
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Narra Niall:
-¿Qué haces despierta?- pregunté al ver a Amy en el pasillo. Hacía varias horas que habíamos terminado de cenar y a nuestra madre aún le quedaba un rato de trabajo en la oficina.
-Niall… Es Victoria, le duele la pierna.- contestó Amy.- Ven…
La seguí hasta su dormitorio, donde Vic se encontraba sentada sobre la cama de abajo- mis hermanas dormían en una litera- mordiéndose el labio inferior con fuerza.
-Shh, tranquila. No pasa nada. Shh…- susurré abrazándola mientras Amy nos observaba.- Eso significa que se está curando. Es normal que te duela, te rompiste dos huesos.
-Me duele mucho…- murmuro ella. La cogí en brazos y la llevé a mi habitación, para después tumbarla sobre mi cama.-Quédate conmigo, por favor.- me pidió.
-No me voy a ir, pequeña, me quedaré contigo.- afirmé arropándola.
Diez minutos después, Victoria se quedó dormida.
-¿Cómo está?- me preguntó Amy apoyada en el marco de la puerta.
-No lo sé.- contesté.
-Tal vez deberías llamar a papá.- sugirió.
-No, puedo controlar esto yo solo.- contesté intentando no alzar la voz.
-¿Puedo quedarme yo también contigo?- me preguntó.
-Ven aquí.- dije abriendo los bazos para abrazarla. Amy corrió hacia mí y yo la estreché con fuerza.- Por favor, perdóname.
-No es a ti a quién tengo que perdonar.- dijo ella secamente.
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-Buenos días, pequeñas.- dije zarandeándolas ligeramente.
-Cinco minutitos más…- pidió Victoria.
-Toda mí vida…- murmuro Amy.
-¿Queréis que os tire un cubo de agua fría?- pregunté amenazante.
-¡Nu!- contestaron las dos incorporándose rápidamente.
-Venga, bajad, he preparado el desayuno.- ordené con delicadeza.- Intentad no haced demasiado ruido, mamá está dormida.-. añadí observándolas.
Amy, llevaba un pijama de verano de color negro, el cabello recogido en una trenza algo deshecha. Vic, vestía con un pijama del mismo estilo, sin embargo el suyo era azul, y el pelo suelto.
-Ayúdame.- me pidió Victoria.- No puedo andar sin muletas, ¿recuerdas?
-Si, si. Ven.- dije tendiendole una mano.
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-Hola, Louis.- oí a Amy decir.- Adelante.
-¿Te apetece que vayamos ahora al cine con Harry y su novia?- preguntó Louis.
-¡Sí! Eh… Quiero decir,… que me vendrá bien salir. Voy arriba, a arreglarme.- dijo Amy poco relajada. Esperé a escuchar como se cerraba la puerta del dormitorio para salir a la entrada y encontrarme con Louis. Este iba arreglado, y esperaba a mi hermana impaciente.
-¿Qué te propones, Tomlinson?- le pregunté, desafiante.
-Ir al cine.- contestó él.- ¿Qué tiene de malo?
-Seamos claros. Te lo he dicho millones de veces, no quiero que salgas con mi hermana.- contesté.
-Solo vamos al cine, Harry y Felicity vienen con nosotros. Te estás volviendo loco.- dijo Louis.
-Está bien, está bien… Cuídala.- le dije antes de entrar de nuevo al salón dónde Vic se encontraba viendo los dibujos animados, ¡menuda distracción!, pensé.
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Narra Amy:
-¿Os ha gustado la película?- preguntó Harry abrazado a la cintura de su novia.
-¡Si!- contesté alegre.
-Por favor, era aburrida…- murmuro la tal Felicity con cara de asco.
-Para gustos, los colores.- intervino Harry.
-¿Queréis comer algo?- preguntó Louis.
-De acuerdo, me apetece algo con chocolate…- dije.
-Buf, a eso se debe tu cuerpo de foca…- oí susurrar por lo bajo a Felicity. La ignoré, por primera vez en mucho tiempo, lo estaba pasando bien.
En ese mismo instante, el móvil de Harry comenzó a sonar, indicando que estaba recibiendo una llamada.
-Enseguida vengo. Tengo que cogerlo, es Vic.-informó Harry alejándose unos metros de nosotros.
-Puaj, otra estúpida con cuerpo de vaca.- dijo Felicity, haciéndome perder los nervios.
-¿Perdona? Puedes meterte conmigo todo lo que quieras, pero no te atrevas a insultar a mi hermana.- grité enfadada.
-Shh, háblale a mi mano.- contestó ella poniéndome la palma de su mano delante de la cara, yo la aparté de un manotazo.
-Tranquilízate, Amy.- me susurró Louis al oído.
-Amy, Vic dice que vayas a casa de tu abuela a comer...- comenzó a decir Harry guardando su teléfono móvil en el bolsillo, se detuvo al ver a Felicity llorar, haciéndose la víctima.- Eh... ¿qué pasa?
-Esa tonta de tu amiga... Me ha pegado...- murmuro Felicity entre sollozos casi inaudibles.
-¡¿Qué?!- preguntamos a voz en grito Harry, Louis y yo.
-Es imposible que Amy te halla pegado.- añadió Harry severo.
-¡Está bien! ¡Se acabo! Primero ella me pega y ahora tú la defiendes...- dijo Felicity mal humorada.- Adiós, no quiero volver a veros.
-Pe-pero...- tartamudeó Harry.
-Me voy.- dije zafandome de Louis.
Fui corriendo hacia la parada de autobús más cercana y me sequé las lágrimas con las manos.
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Narra Niall:
-¿Te diviertes?- le pregunté a Victoria, la cual estaba entretenida viendo una serie infantil en la televisión.
-Si, son divertidos.- contestó sin apartar la vista del televisor.
Me tumbé en el sofá dejando caer mi cabeza sobre su hombro.
-¿Quieres ver la canción que estamos componiendo?- pregunté.
-Si, si, si, si,...- dijo rápidamente apagando la televisión con el mando a distancia.
-Aún no está terminada, voy por mi guitarra.- aclaré desde la escalera.- Espera ahí.
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-"Baby you light up my world like nobody else; The way that you flip your hair gets me overwhelmed; But when you smile at the ground it ain’t hard to tell; You don’t know, oh oh; You don’t know you’re beautiful"-canté para Vic.
-Es preciosa.- contestó ella dedicandome una gran sonrisa.- What Makes You Beautiful... ¿Para quién es?
-¿Eh?- pregunté nervioso a la vez que me ruborizaba.
-Quiero decir que quién es la chica que te gusta.- contestó mi hermana con otra pregunta.
-¿Puedo confiar en ti?- pregunté, Victoria asintió de forma dulce con la cabeza.-Es Claire, Claire Adkins.
-¿¡Claire!? ¿¡Nuestra Claire!?- preguntó emocionada.
-Shh... Es un secreto.- dije preocupado.
-Vale, ¿estáis saliendo?
-Nop.- contesté.- No creo que yo le guste...- añadí desanimado.
-Hmm...- murmuró ella pensativa.- Eres un amor, le gustas a todas las chicas.
-¿Tu crees?- añadí algo sorprendido.
-Sep. Y además, tienes tripita.- dijo riéndose de mi.
-¿Yo?... Anda, dúchate y avisa a Amy. Hoy comemos en casa de la abuela.- le ordené cambiando de tema.
-No te enfades.- me pidió cuando yo me dirigía al segundo piso para despertar a mi madre.
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Narra Amy:
Me encontraba llorando, sentada en el sofá y arropada con una fina manta cuando Niall entró por sorpresa encendiendo la luz, la cual me cegó por unos segundos. No podía más. Estaba cansada de luchar día y noche, continuamente.
-¿Amy?- preguntó mi hermano acercándose a mí.- ¿Estás bien?
-No...- contesté tapándome la cara.
-Pequeña, sabes que me puedes contar lo que quieras.- dijo Niall dándome varias palmadas en la pierna.
-Nadie me quiere.- contesté deprimiendo las lágrimas con fuerza. Hoy no quería que Niall me viera llorar.
-Eso es mentira, todos te queremos. Mamá, Victoria, Claire, Laura, Michelle, Carrie, Liam, Zayn, Harry, Louis, yo...- enumeró.
-No. Felicity ha dejado a Harry por mi culpa.
-Esa chica no merecía la pena, y no veo por que tu tienes la culpa. No tenían chispa...
-No lo entiendes...- murmuré interrumpiéndole.
-Pues, ¡explícamelo!
-Es que es todo tan complicado... Incluso... Alex me dejó.- dije en un susurro.
-Alex no sabe a la maravillosa chica que se ha perdido.- me cortó él. Definitivamente, no me entendía.
-Niall, Alex...- empecé a decir, no pude seguir. Abracé a mi hermano con fuerza, dejé que él me besara la frente y me acariciara el pelo.
-¿Qué fue lo que pasó con Alex?- me preguntó minutos después. Sin darme cuenta, comencé a tiritar.
-No quiero contarlo...- susurré con un nudo en la garganta.
-Amy, necesito saberlo.- dijo él secamente.
-Me da vergüenza decírtelo a ti.- espeté.- ¿Te enfadarás conmigo?
-No podría enfadarme contigo.- me animó.
-Verás, ocurrió cuando llevábamos cinco meses juntos... Él- él me forzó... a hacer algo que yo no quería.- le conté con un hilo de voz.
-Juro que le mato.- dijo Niall amenazante cerrando los puños.
-No... Niall, espera...- pedí, sin embargo mi hermano estaba furioso. Pude ver como una vena de su cuello se hinchaba de ira.
-¿Por qué no me lo contaste antes?- preguntó casi gritando.
-¡Escúchame!- imploré alzando la voz.- No quise decirlo porque me amenazó, tenía miedo... Me dijo que si lo contaba, sus amigos me harían lo mismo,
-Pero debiste contármelo. Podríamos haberle denunciado, Amy...
-¡No! ¿No te das cuenta,... de que yo- yo aún siento algo por él?
-¿Cómo puedes querer a un monstruo como él? No pienso dejar que las cosas queden así...
-Niall, por favor... Hazlo por mí.- le pedí.- Tranquilízate, por favor.
-No puedo, me hierve la sangre. Tiene que pagar por lo que te hizo.
-Por favor, no hagas nada. Por favor, pasó... hace mucho tiempo, y no quiero que te metas en un lío por mi culpa.
-Prométeme, que si se vuelve a acercar a ti, me avisarás.- dijo aún furioso.
-Te lo prometo.- afirmé.- ¿Podemos olvidar esto?
-Me va a costar mucho, nadie toca a mi pulga sin que yo le mate luego.- dijo Niall provocando que me ruborizara. Me encantaba su lado protector, le veía tan tierno, y lo más importante, me hacía sentir amada.
-Tengo casi diecisiete años.- le recordé frunciendo el entrecejo.
-Cierto, pero, para mí, siempre serás mi pequeña.
-¿Y Vic?
-También lo es y lo será.
-Ojalá todo esto se pase ya...- murmuré soñadora.
-Se pasará. Ahora tenemos que ser fuertes y mantenernos unidos.- dijo él tendiéndome una mano que sin vacilación yo acepté.- Vamos a dormir, es tarde y tengo sueño.
-¿Me puedo quedar está noche de nuevo contigo?- pregunté.- Es que como Victoria está durmiendo en la cama de abajo y a mí me dan miedo las alturas.- mentí ligeramente.
-Ya, claro que sí.- contestó sarcástico.- Lo que quieres es estar más cerca de mis abdominales.- añadió bromeando.
-¿Qué abdominales? Si tienes tripita...-contraataqué.
